Canta, me dices. Y yo canto.
– José Hierro, en Así era.
Por qué en esta noche, luna empachada,
te desangras así, con tanta furia.
Por qué al tocar tierra tu amor se enturbia
y el suave anhelo de tu voz dorada
cambia de bando el filo de la espada.
Por qué me envías, sin perder la euforia,
extraños cabellos de luz diaria
por venas de una sangre disecada.
En tu jardín, el viento se vuelve agua
que a pequeños sorbos, sin que me veas,
bebo por ti, y doy la vida, qué cosa.
Aunque lo que sueño no te lo creas
en una vida este amor no se fragua:
antes que oruga, tú eras mariposa.
2 comentarios:
A parte de viajero eres poeta. Una combinación perfecta.
Un abrazo.
desde niño, siempre, concebí todo como una sola cosa
un abrazo!
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